Variedades de OG

El término OG en la marihuana ha sido objeto de debate durante años. Mientras algunos sostienen que significa “Ocean Grown”, en referencia a su origen en la costa oeste de Estados Unidos, otros afirman que proviene de “Original Gangster”, en alusión a su notoriedad en la escena del rap y la cultura urbana. Lo que es indiscutible es que la variedad OG Kush y sus descendientes han definido una era en el mundo del cannabis, marcando tendencia entre bancos de semillas y cultivadores de todo el mundo.

Las variedades OG suelen necesitar ciertos cuidados especiales para desarrollar todo su potencial. Son plantas que pueden surgir con una estructura relativamente compacta, pero con una tendencia a estirarse durante la floración. Para maximizar la producción de tricomas, muchos cultivadores optan por podas estratégicas y técnicas como el SCROG. Además, el control de la temperatura y la humedad es clave, ya que estas cepas pueden ser sensibles a los hongos. Su cultivo en interior suele dar los mejores resultados, aunque en exterior también pueden prosperar si las condiciones son adecuadas.

Las mejores variedades OG han alcanzado una gran popularidad en la comunidad cannábica. Entre ellas, destacan clásicos como OG Kush, la Sour Diesel, o la potente Girl Scout Cookies, conocida por su herencia genética excepcional. Además, las variedades OG suelen caracterizarse por una combinación única de potencia y sabores intensos, lo que las convierte en favoritas tanto de los consumidores con fines recreativos como de los medicinales.

Las variedades OG destacan por su perfil de aroma y sabor intenso. Los matices terrosos, a pino y con un toque cítrico son característicos de esta genética, aunque también pueden aparecer notas de diesel y especias. Este perfil aromático tan distintivo ha hecho que sean una opción muy apreciada por los sibaritas del cannabis y que se utilicen incluso en la producción de comestibles.

La genética OG es conocida por su alto contenido en THC, lo que la convierte en una de las variedades más potentes del mercado. Dependiendo del fenotipo y del cultivador, el nivel de THC de estas cepas puede oscilar entre el 18 y el 25%, ofreciendo un subidón eufórico y cerebral que evoluciona hacia una relajación profunda. Este efecto psicoactivo ha hecho que sea una de las genéticas más buscadas por quienes buscan un efecto duradero e intenso.

Las cepas OG son apreciadas no solo por su potente efecto recreativo, sino también por sus aplicaciones en el ámbito medicinal. Muchos consumidores la emplean para aliviar el stress, la ansiedad y el insomnio, gracias a su capacidad para inducir una sensación de calma y bienestar. Además, algunas variantes con CBD pueden ser útiles para el manejo del dolor crónico y la inflamación. Si buscas una opción versátil y con una historia inigualable, las variedades OG podrían ser la elección perfecta.